El origen del carnaval en la República Argentina
Por Prof. Silvia Roxana Leys
Los carnavales en la República
Argentina comenzaron a celebrarse con la llegada de los españoles, durante la
mitad del siglo XVIII. Eran y son fiestas populares paganas de iniciativa
popular. No obstante, se practicaban tomando en cuenta cuarenta días antes de
la Pascua Cristiana, la cual se recuerda todos los años en Semana Santa, ya que
los habitantes de esta Nación siempre han sido mayoritariamente cristianos.
En un principio eran
fiestas de mucho color, bailes y algarabía. Por eso, Juan José Vertiz instauró
los bailes de carnaval, en el año 1771.
Seguidamente, en 1775, el
Virrey Arredondo decidió prohibirlos por causa de los daños y perjuicios
ocasionados entre semejantes, o sea, en la práctica se falta el respeto a las
buenas costumbres. Esto era porque se
tiraban harina, huevos podridos y agua que estropeaban las vestiduras tan
costosas.
Sin embarco, durante la época
de Manuel de Rosas los carnavales se practicaron igual en privado.
Por un lado, la élite
social se reunía en alguna casona para tirarse agua y huevos entre sí, especialmente
era el juego preferido por las damas de alta sociedad.
Por el otro, los pobres
negros en general también se reunían en algún lugar para celebrarlo, pero de
otra manera. Ellos se divertían bailando y cantando al ritmo del “Candombe”. Dentro
de este, preparaban “El día del entierro”,
el cual consistía en quemar un muñeco de
paja al que llamaban “El Judas”.
Por lo tanto, en 1839,
debido a que la población de Buenos Aires celebraba el carnaval en privado se permitió
tres días de juegos, donde podían usar máscaras con permisos especiales, exhibirse
en las comparsas y tirar fuegos artificiales.
Los carnavales al principio
parecían bastante inofensivos y se cuestionaban por insignificancias, pero pronto surgieron los verdaderos
problemas. Ya que en estos, los malhechores aprovechaban a efectuar sus vandalismos,
derivando en peleas, borracheras, violaciones, robos y hasta asesinatos.
En consecuencia, el
Gobernador Rosas influenciado por la curia prohibió el Carnaval mediante el
Decreto del 22 de febrero de 1844.
Recién en 1869, el
presidente Domingo Faustino Sarmiento lo restableció con mucha alegría. Fue el
primero en concurrir a todas las comparsas, murgas, corsos, juegos de agua, etc.
Por consiguiente, los integrantes de las comparsas le obsequiaron una medalla
alusiva y lo nombraron “El Emperador de las máscaras”.
El carnaval antecede a las
Pascuas cristianas, a la época en que los fieles deben procurar acercarse más a
Cristo Jesús cumpliendo ciertos ritos de abstinencia. Por lo que se considera al
carnaval “el tiempo de oscuridad” donde se
permite disfrazarse y en cambio, en las Pascuas “tiempo de Luz”, es donde se necesita ser auténticos.
De esta manera se representan los tiempos judíos y cristianos, es decir, tiempos
de Ley y de Gracia.
En la ciudad cabecera del Partido
Almirante Brown también se celebraron los carnavales. Como por ejemplo, el
Carnaval de 1903 fue memorable.
Según el Diario La Razón del
año 1903, había dos corsos, uno sobre la calle Esteban Adrogué y otro sobre Bynnon
y Drumond.
El corso de la calle
Esteban Adrogué se extendió hasta la estación
del Ferrocarril Adrogué debido a la gran cantidad de carruajes. Hubo juego de
agua, serpentina y flores el cual se sostuvo toda la noche alumbrados por la
luz eléctrica, provista de un motor de usina local, colocado en 1890. Aunque
con algunos cortes de suministros de luz repentinos, donde por momentos se
encontraron netamente en la oscuridad.
El corso de las calles
Bynnon y Drumond también fue muy concurrido pero debido a lo dispuesto por el
jurado a la hora de entregar los premios hubo disconformidad, ya que
seguramente habían favorecido a alguien sin merecerlo. Por tal motivo, ante los
incidentes la gente se dispersó tan rápidamente que no duró lo previsto. Los
grupos que rechazaron sus premios fueron: “Marina Estrella del Sur” y “Habitantes
de la luna”. Evidentemente, en este lugar no disfrutaron el Corso.
Espacio museográfico de mi autoría. Objetos restaurados por Fernando González y Gloria Cruz.
Planta baja del edificio histórico "La Cucaracha".
CANDOMBE
https://www.youtube.com/watch?v=WNFiZpNzhYs
https://www.youtube.com/watch?v=QnUqJIjLzh8
https://www.youtube.com/watch?v=-52DYOpeMuc
Señora cosiendo en una máquina de coser de marca Singer.
Buenos Aires 1911.
Documento fotográfico. Inventario 36619.
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