De lo colonial a lo italianizante
Por Prof. Silvia Roxana Leys
En época colonial la ciudad de Buenos
Aires vista de lejos tenía una fisonomía
lóbrega, debido a que las pocas casas construidas eran uniformes, parduzcas,
muy amplias y con techos de tejas moruna. Solo resaltaban los campanarios de
los numerosos templos y conventos.
Por lo general las edificaciones
eran bastante deficientes, de un solo piso. Algunas poseían azoteas, altillos
con balcones salientes y casi todas frentes con amplias rejas voladas, las que
ofrecían una gran vista hacia las calles de tierra y resultaban muy útiles en
época estival, ya que las personas podían dormir con las ventanas abiertas sin
riesgo a robos. Las decoraban colgando de estas macetas con gran variedad de plantas.
Pero la reja histórica de Jerónima
San Martín y Ceballos fue la que se distinguió de todas las colocadas, ya que
tras la victoria de la batalla de
Chacabuco, liderada por el General José de San Martín, mandó a hacerla para
celebrar el acontecimiento. En esta se podía leer: “Viva la Patria, 1817”. Y
por eso, increíblemente los vecinos la
criticaron muy duramente, a tal punto que publicaron el descontento en los
diarios de la época.
Reja de la colección de Museo Histórico Cornelio de Saavedra
https://www.buenosaires.gob.ar/museos/museo-historico-cornelio-de-saavedra
https://www.buenosaires.gob.ar/museos/museo-historico-cornelio-de-saavedra
Aunque simples y sencillas, las viviendas,
casi todas eran cómodas y espaciosas, de anchas paredes de ladrillo crudo, los
cuales estaban asentadas en barro. Estas se veían blanqueadas tanto en su vista
interior como exterior. Sus techos no
tenían cielos rasos y los pisos eran de ladrillos en los menos pudientes o de baldosas,
en las de los más adinerados. Eso sí, todas estaban compuestas de un solo
cuerpo, con tres patios, habitaciones en fila y con dos ventanas enrejadas
colocadas en ambos lados de las puertas tachonadas.
Los patios principales ostentaban
naranjos, magnolias, enredaderas varias,
jazmín del país y el infaltable parral de uva moscatel.
Todas las construcciones se
destacaban por el aire, la luz y la holgura. Además, poseían depósitos de agua de lluvia para
consumo humano y pozo con balde para usos higiénicos. Aunque, pocas eran las que tenían aljibe.
La opinión general era común, la
ciudad de Buenos Aires parecía Sevilla, de España.
En cambio, en los comienzos del
Partido Almirante Brown los diseños de las casas quintas presentaban mezclas de
estilos debido al impulso creativo de los ingenieros Nicolás y José Canale,
quienes se distinguieron arquitectónicamente por el dejar de lado el estilo
colonial para dar comienzo a un nuevo movimiento arquitectónico. Además, debido a los vecinos ingleses se construyeron muchas viviendas de estilo inglés,
más aún con la llegada de los Ferrocarriles del Sud y Oeste.
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